Vale, lo importante es que hacemos educación. Pero…¿Como lo hago? (II)

¿Cuál es la metodología que se utiliza para trabajar las competencias básicas o habilidades para la vida en estos momentos?

  1. Clases, charlas.
  2. Juegos, dinámicas o supuestos reales o imaginarios.
  3. De manera autodidacta con acompañamiento de educador/a.
  4. De manera práctica real, planificada, personal o grupal, desarrollada durante un periodo limitado de tiempo.
  5. De manera práctica real, planificada, personal o grupal, desarrollada de forma continuada y habitual.

Desgranamos una por una cada una de las anteriores, para entender mejor qué es educar y qué es el ocio educativo:


1. Clases, charlas y 2. Juegos, dinámicas o supuestos reales o imaginarios.

Estas opciones metodológicas tienen una limitación en el tiempo de su utilización. La metodología de las charlas, en la práctica, es residual en ocio educativo, porque las personas jóvenes huyen de aquello que representa la educación formal. Las dinámicas y supuestos no son vida real. Hacer uso continuado de esta metodología aleja de la práctica real de aprendizaje que, en estos momentos, nadie duda que es la vía más potente de educación en toda clase de habilidades, también las sociales.

Estas metodologías son útiles como campañas de sensibilización, motivación o de concienciación, a las que podrían añadirse las campañas presentadas en formado cartel o video promocional, con temáticas sociales, mal denominadas educativas. Estos elementos son imprescindibles para iniciar un proceso educativo, que tendrá más garantía de éxito cuanto más marca dejan en el personal protagonista de este… Pero no son, en si, un proceso educativo.

3.- De manera autodidacta con acompañamiento de educador/a.

4.- De manera práctica real, planificada, personal o grupal, desarrollada durante un periodo limitado de tiempo y 5.- De manera práctica real, planificada, personal o grupal, desarrollada de forma continuada y habitual.


Es más educativo, por ejemplo, el acompañamiento continuado, no protocolizado educativamente, fuera de horas de entrenamiento, que hace un monitor/a de deportes, de música, de canto o de baile, por ejemplo, con un grupo de adolescentes en la realización en grupo, de actividades diversas de tiempo libre (por ejemplo quedadas para cenar o merendar y hablar temas de interés para todo el grupo, para ir a algún acontecimiento social o cultural, salidas de fin de semana de albergue…).

Estas intervenciones, aunque no tengan una intencionalidad educativa muy protocolaria, dejan un gran poso en hábitos de sociabilidad, comunicación, reflexión colectiva, toma de decisiones en grupo… y, por lo tanto, tienen una gran carga educativa.

Las intervenciones protocolarias y continuadas en el tiempo, con intencionalidad educativa, de corta duración en el tiempo (un *ApS, por ejemplo), o realizadas a largo plazo (intervención con un grupo fijo en un centro juvenil, alrededor de un centro de interés común, o en un centro *scout, por ejemplo), tienen un componente de experiencia práctica real con planificación educativa, que las convierten en elementos educativos de gran trascendencia en el currículum formativo en habilidades sociales de cualquier persona que paso por un proceso educativo de estos.

Estas intervenciones, como que se dan a partir de la libre elección de la persona (en tiempo de ocio), incrementan la densidad educativa del proceso educativo.
Teniendo en cuenta el anterior, el que en estos momentos está desarrollándose en la Comunidad Valenciana y que se considera ocio educativo estaría clasificado de la siguiente manera (desde la óptica del trabajo educativo en competencias base):

1.- Campañas de sensibilización, motivación y concienciación:

  • Charlas, dinámicas, talleres o cursos, sobre igualdad, medio ambiente, solidaridad, prevención en adicciones…, (tanto los hechos en el tiempo libre como en los institutos con agentes externos).
  • Los talleres de tiempo libre de iniciación en alguna temática diversa (parkour, grafiti, redes sociales, comunicación audiovisual, baile…).
  • Las programaciones de actividades de ocio nocturno.
  • Cartelería, folletos con eslóganes referidos a prevención del sida, medio ambiente, participación en campañas electorales.

2.- El acompañamiento del trabajo en grupo no protocolizado educativamente:

Las programaciones culturales y recreativas de entidades festivas, deportivas o culturales (con acampadas, montajes de espectáculos, excursiones…).
La actividad continuada de grupos informales, con liderazgo por parte de alguna figura educativa, que se organizan para hacer actividades deportivas, culturales, sociales o festivas (p. ej. grupos de futbito, de rock, pandillas de festeros…).

3.- Los procesos de ocio educativo:

  • ApS en tiempo libre,
  • Grupos de adolescentes y jóvenes de entidades como Juniors, Scouts, Esplais.
  • Centros juveniles para adolescentes.

En algunos casos de este tercer bloque, o bien, con los grupos con los cuales se trabaja, solo se hacen dinámicas de concienciación o de entretenimiento sin más pretensión, o bien solo se programa un conjunto de actividades de consumo, exclusivamente. Estaríamos, por lo tanto, en ejemplos del bloque 1, y no ante ejemplos de procesos educativos.

El ocio educativo se da en el tiempo libre donde cualquier proceso educativo en las competencias básicas necesita sustentarse en la libre toma de decisiones de las personas jóvenes participantes. Por lo tanto, un elemento característico de un proceso de ocio educativo es el nivel de implicación de las personas que participan en él, en cuanto a toma de decisiones y en la organización de las actividades.

Estos dos indicadores servirían tanto para poder catalogar una intervención en el tiempo libre como proceso de ocio educativo o no, como para valorar el grado de profundización en una metodología educativa activa, participativa, coherente con la metodología de animación sociocultural.
El resto de ejemplos de intervenciones en el tiempo libre serían de educación en habilidades o contenidos técnicos deportivos, culturales (musicales, de danza, de artes plásticas, teatrales, cocina…), tecnológicos-digitales (lenguaje audiovisual, robótica…). Tienen su metodología específica de transmisión de contenidos y habilidades manuales concretas. Si no se complementan con alguna experiencia como las que hemos clasificado antes, permiten poco margen porque se trabajan las competencias básicas que hemos enumerado anteriormente.

En resumen, de los tres tipos de intervenciones en el tiempo libre que pueden considerarse de ocio educativo:

Las campañas (con apoyo en forma de carteles, videos, charlas, dinámicas, juegos, supuestos imaginarios o reales…), actuaciones todas de corta duración, son necesarias, pero no suficientes. Posibilitan que las personas, en su tiempo libre, puedan decidir entrar en un proceso de ocio educativo.
Las intervenciones de trabajo en grupo, no protocolizado educativamente, que «suplementan» la formación en habilidades deportivas, culturales, tecnológicas-digitales, la abreviatura, etc., podrían convertirse en un verdadero proceso educativo si siguieron una planificación educativa.
Los procesos de ocio educativo (intervenciones en el tiempo libre, o en la educación formal, pero elegidas libremente, continuadas con un mismo grupo y con planificación educativa) necesitarían una puesta en común de técnicas y metodologías que permitieron definir un modelo más unitario, completo y testado para garantizar mejores resultados educativos.

El proyecto SOCIE (Somos Ocio Educativo) tratará de crear un punto de encuentro, útil para una persona que entrena a fútbol, uno/a monitor/a de centro juvenil, uno/a profe enrollado/da de música, uno/a monitor/a scout…, para trabajar de manera colaborativa para definir, para compartir experiencias de trabajo educativo en competencias básicas, en habilidades para la vida.